Snefru


2613 - 2584 a.C.

Estatua del faraón Snefru
IV dinastía
Museo egipcio de El Cairo
Snefru (Sneferw, Seneferu, Snofru, Snefro, Soris según Maneton). El de las bondades o El bondadoso

El fundador de laIV dinastía alcanzó, gracias a la gloria de su reinado, celebridad tan duradera, que se le ve aparecer más de una vez en los cuentos y novelas de la época siguiente, además de ser deificado por los faraones de laXII dinastía.
Seneferu
Nombre Nesut-Bity de Snefru
según la Lista Real de Sakara
IV dinastía
Seneferu
Nombre Nesut-Bity de Snefru
según la Lista Real de Abydos
IV dinastía
El brillo de su historia no se debe solamente a las construcciones que erigió, sino también a sus empresas guerreras y económicas. Lanzó una expedición al Wadi Maghara (mina), en la península deel Sinaí, e hizo traer cobre y turquesas de ésta.

Durante su reinado la construcción de las tumbas reales sufrió cambios importantes. Se introdujo la separación en templo, acceso y lugar de culto. Se le atribuye la construcción de tres pirámides: LaPirámide de Meidum, probablemente comenzada porHuny, la Pirámide Inclinada y laPirámide Roja, ambas enDashur.
Estatua del faraón Snefru
IV dinastía
Dos campañas, una enNubia y otra en Libia, recordadas en la Piedra de Palermo, le procuraron prisioneros y bestias por docenas de millares. Una de las crónicas más antiguas que existen sobre la demanda de madera de gran calidad que Egipto importaba de la costa de Israel, Líbano y Siria, es el relato de una expedición de 40 barcos a Biblos, que organizó Snefru, y que volvió con grandes cantidades de madera de cedro, ciprés, picea, pino, abeto y enebro.

Las excavaciones practicadas en el templo del valle, pertenecientes a la primera han sacado a la luz una hermosa estatua de este poderoso rey delImperio Antiguo que había de ser en elImperio Nuevo el héroe de un cuento.
Seneferu
Nombre Nesut-Bity de Snefru
según el Canon Real de Turín
IV dinastía
La madre de Snefru fue Meresankh I, una esposa secundaria deHuny, cuyo nombre aparece en un fragmento de la Piedra de Palermo que la relaciona con Snefru, así como en una inscripción de Meidum, quién participaría en las intrigas del clero para casar a su hijo con Heteferes I (Hetep-heres) hija del rey Huny, último faraón de la III dinastía; y así, convertirse en reina madre.

Sus hijos fueronKeops su sucesor, probablementeNefermaat, y el príncipe Rahotep (Rehotep), casado con Nofrit (Nofret, Nefert), conocidos por un grupo escultórico encontrado en 1871, en la mastaba familiar en Meidum; y por otra estatua individual, ambas en piedra caliza policromada; y que fue general, sacerdote de Heliopólis y Señor de Pe (ciudad santa del antiguo Egipto).

La tumba original de Heteferes, situada probablemente en Dashur, fue saqueada por los ladrones. Un fotógrafo que tomaba fotografías en la meseta de Gizeh, descubrió su segunda tumba, la G7000x del complejo piramidal de Keops, el 2 de febrero de 1925.
El príncipe Rahotep y su esposa Nofrit
Grupo escultórico hallado en 1871,
en la mastaba familiar en Meidum
Altura de Rahotep 1,20 metros, Altura de Nofrit 1,18 metros
Museo Egipcio de El Cairo
La entrada al pozo se confundía de tal manera con el suelo, que sólo cuando los componentes de la expedición Boston-Harward, dirigidos por George Reisner, barrieron literalmente los alrededores de la pirámide hasta no dejar en ellos ni un grano de arena, lograron detectar la capa de yeso que la cubría.

Después de retirar unos bloques de caliza, apareció la escalera de acceso al túnel que llevaba un pozo cegado por otro bloque de caliza. Una vez libre el pozo, apareció un nicho con algunas jarras y el cráneo y las patas de un toro. El día 8 de marzo, los arqueólogos consiguieron llegar a una pequeña cámara funeraria tallada en la roca. A veinticinco metros de profundidad hallaron una sepultura secreta, los vasos canopes, una colección de cajas, vasijas, pomos de ungüentos, cofres, joyas, un lecho, un dosel de madera y oro y otros muebles de una exquisita artesanía, pero el sarcófago estaba vacío. A la primorosa obra de los ebanistas se sumaban el lujo de sus revestimientos de oro y el arte de las incrustaciones de malaquita, lapislázuli y cornalina, que dibujan símbolos, jeroglíficos, flores y animales.
La pirámide de Meidum, una de las tres atribuidas al faraón Snefru
IV dinastía
Meidum
Columnas de granito de Asuán en la sala hipóstila del
templo del faraón Snefru
IV dinastía
La madera de los muebles estaba tan reseca y contraída, que ha sido menester sustituirla por otra nueva, conservando tan sólo sus forros de oro y sus piezas incrustadas. Los muebles que en su día fueron gala de los salones del palacio de Heteferes, pueden ser contemplados hoy en su perfecta integridad. Obras maestras de la taracea son una silla con los brazos decorados por halcones, el respaldo por estandartes con las aspas de nit, y la tapa de un cofre cruzada por una larga banda jeroglífica. Por otra parte, este cofre y otros muebles nos ofrecen los motivos del delicado repertorio decorativo de las artes industriales de la época.

El descubrimiento fue sensacional, pues se trataba del único ajuar de una tumba regia del Imperio Antiguo descubierto hasta el momento, y aún hoy único en su género.