G7000x
La segunda tumba de Heteferes I
La G7000x, en la meseta de Gizeh, es la segunda tumba de la reina Heteferes I, hija del reyHuni, último faraón de laIII dinastía, esposa del faraónSnefru y madre deKeops. En el año 1925 la Universidad de Harvard y elMuseo de Boston estaban realizando una campaña de excavaciones en la zona este de la necrópolis de Gizeh, dirigida por el Dr. George A. Reisner. El 2 de febrero de ese mismo año, el fotógrafo de la expedición al situar el trípode, para fotografiar las excavaciones que se estaban realizando en el cementerio este de la pirámide de Keops, descubrió restos de yeso en el suelo de caliza. |
![]() Entrada a la G7000x, la segunda tumba de la reina Heteferes I IV dinastía Gizeh |
![]() Sarcófago vacío de la reina Heteferes I, en su tumba G7000x IV dinastía Gizeh |
Al limpiar la zona, los ayudantes de Reisner, que estaba de viaje en los Estados Unidos, examinaron los restos de yeso, utilizados para encajar unas piedras de calcárea. Una vez extraídas, apareció una abertura con doce escalones que desembocaba en un pozo de 1,75 x 2,35 m de sección, completamente disimulada bajo un pavimento de piedra. La entrada al pozo se confundía de tal manera con el suelo, que sólo cuando los componentes de la expedición barrieron literalmente los alrededores de la pirámide hasta no dejar en ellos ni un grano de arena, lograron detectar la capa de yeso que la cubría. A una profundidad de 7,5 m encontraron una losa de piedra en el muro oeste, que sellaba un pequeño nicho donde estaban depositados los restos de un sacrificio, consistentes en un cráneo con cuernos y tres patas de un toro envueltas en una estera, dos jarras de vino, y algunos trozos de carbón. También se encontraron dos lascas de basalto negro procedentes probablemente de la construcción del pavimento del templo funerario de Keops. Entre los bloques extraídos del pozo se encontraron restos de cerámica y un sello de barro con el nombre del rey Keops. El equipo de excavación continuó excavando el pozo, cortado irregularmente y que se iba estrechando a medida que se avanzaba (1,75 x 1,40 m). El día 8 de Marzo, los arqueólogos consiguieron llegar a una pequeña cámara funeraria tallada en la roca. |
A veinticinco metros de profundidad y en la pared sur, apareció la parte superior del techo de una sepultura secreta. El Ayudante de Reisner, Alan Rowe, y su asistente Greenleess, retiraron un bloque de piedra y a la luz de una vela entrevieron en el interior de la cámara. En ésta se encontraron un sarcófago de alabastro, los vasos canopes, una colección de cajas, vasijas, pomos de ungüentos, cofres, joyas, un lecho, un dosel de madera y oro y otros muebles de una exquisita artesanía, pero el sarcófago estaba vacío. A la primorosa obra de los ebanistas se sumaban el lujo de sus revestimientos de oro y el arte de las incrustaciones de malaquita, lapislázuli y cornalina, que dibujan símbolos, jeroglíficos, flores y animales. La madera de los muebles estaba tan reseca y contraída, que ha sido necesario sustituirla por otra nueva, conservando tan sólo sus forros de oro y sus piezas incrustadas. Los muebles que en su día fueron gala de los salones del palacio de Heteferes I, pueden ser contemplados hoy en su perfecta integridad en el Museo Egipcio de El Cairo. Obras maestras de la taracea son una silla con los brazos decorados por halcones, el respaldo por estandartes con las aspas de nit, y la tapa de un cofre cruzada por una larga banda jeroglífica. Por otra parte, este cofre y otros muebles nos ofrecen los motivos del delicado repertorio decorativo de las artes industriales de la época. |
![]() Cama de la reina Heteferes I JE53261, perteneciente al ajuar funerario hallado en su tumba G7000x en la meseta de Gizeh IV dinastía Museo Egipcio de El Cairo |
![]() Silla de la reina Heteferes I JE53263, perteneciente al ajuar funerario hallado en su tumba G7000x en la meseta de Gizeh IV dinastía Museo Egipcio de El Cairo |
Se hicieron numerosas fotografías con la luz que reflejaban unos espejos colocados en el exterior y en el interior del pozo y con la ayuda de unos prismáticos se pudo leer parte de una inscripción: "Señor de las Dos Coronas, Snefru, El Horus Nebmaat". A causa de las informaciones poco aclaratorias del informe oficial, realizado por el equipo investigador, la prensa internacional se hizo eco del hallazgo y publicó que se había localizado la tumba del Rey Snefru, padre de Keops. Reisner, desde los Estados Unidos, visiblemente contrariado, telegrafió a Rowe y le dijo que la tumba no podía pertenecer a Snefru y que la cerrara inmediatamente hasta su regreso a Egipto. |
Un tiempo después, al llegar a Egipto, Reisner inició el trabajo dentro de la cámara que medía 5,20 x 2,70 m. En un primer vistazo se dio cuenta que la parte superior del sarcófago y la inferior de la tapa tenían unos desperfectos a consecuencia de haber sido forzado para abrirlo. No obstante, la tumba no había estado saqueada, por lo que solamente podía haberse producido antes de ser sellado el pozo de acceso. Posiblemente este hecho se habría perpetrado en alguna otra tumba, en donde inicialmente se había realizado el enterramiento. Reisner cada vez estaba más seguro que este pozo era producto de un segundo enterramiento. El interior de la cámara era un conglomerado de restos de objetos, junto con una especie de ceniza de color gris, producto de la desintegración de los objetos orgánicos, como la madera, telas, cestos, etc. Todo esto formaba una capa desigual por todo el suelo que iba desde unos 10 cm de altura hasta prácticamente un metro al lado sur de la cámara. La totalidad de los objetos de madera habían desaparecido con el paso de los años y únicamente quedaba su chapado de oro esparcido por el suelo. El sarcófago no se podría abrir hasta que no se pudieran sacar unos plafones dorados con incrustaciones y los palos de un dosel que estaban situados sobre él, lo cual no se podría hacer hasta que fuera accesible por todos los lados, posteriormente a la extracción de todo lo que había en el suelo. Reisner y su equipo empezaron a extraer y registrar, capa por capa, y en pequeñas porciones los objetos diseminados por el suelo de la tumba. Con mucho cuidado llegaron a una hilera de signos jeroglíficos de oro, que originariamente habían sido incrustados en un plafón de madera que se había desintegrado totalmente. Los textos decían: La madre del rey del Alto y Bajo Egipto, seguidora de Horus, guía del gobernante... hija de su cuerpo del dios, Heteferes. Ahora Reisner estaba seguro de que habían encontrado la tumba de la hija del Rey Huni, esposa de Snefru, fundador de la IV dinastía y madre del Rey Keops. |
![]() Silla de manos JE2372 de la reina Heteferes I, perteneciente al ajuar funerario hallado en su tumba G7000x en la meseta de Gizeh IV dinastía Museo Egipcio de El Cairo |
![]() Cofre canópico JE6047 de la reina Heteferes I, esposa del faraón Snefru, hallado en su segunda tumba G7000x en Gizeh IV dinastía Museo Egipcio de El Cairo |
La extracción de objetos de este importante descubrimiento continuó sin pausa durante casi un año. Entre los objetos rescatados había sillas, vasos de ungüentos, un palanquín, una cama, un dosel, varias cajas, numerosos vasos y jarras de cerámica, alabastro y piedra, etc. También se encontró una caja que contenía veinte brazaletes de plata con incrustaciones. En los 321 días que duró la excavación, se tomaron un total de 1.057 fotografías. Las notas, bocetos y planos ocuparon 1.701 páginas. |
Finalmente tan sólo quedaba el sarcófago de alabastro por abrir; esto sucedió el 3 de marzo de 1927, cuando Reisner y sus dos ayudantes Dunham y Wheeler, junto con el ministro de Obras Públicas y el Subsecretario de Estado egipcio, el director general de Antigüedades Pierre Lacau, el ministro americano para Egipto y Joseph Lindon Smith representante del Museo de Boston, fueron bajados uno a uno, atados a una silla, los 27 metros hasta el fondo del pozo. Reisner en un principio les informó de los indicios que había de que el sarcófago hubiese sido forzado en la antigüedad. La tapa fue levantada lentamente y con mucho cuidado, después de romper los cinco sellos. Reisner, y todos los invitados, estaban atentos a lo que encontrarían dentro, pero... ¡el sarcófago estaba completamente vacío! Solamente una ligera mancha oscura en el fondo indicaba que el cuerpo de la reina había estado alguna vez allí. La decepción de Reisner y de los otros invitados fue enorme, la única esperanza que les quedaba era descubrir que había dentro del nicho sellado en la pared occidental. El 21 de mayo retiraron los bloques de sillares que sellaban el amplio nicho. En su interior encontraron un cofre cúbico de alabastro y cuatro palos de madera que posiblemente habrían servido para transportarlo desde su tumba original. En el interior del cofre había cuatro compartimentos con cuatro paquetes canópicos envueltos con telas de lino. Estos fueron los únicos restos mortales de la Reina Heteferes que se encontraron en el interior de la tumba. |
![]() Jarra de la reina Heteferes I, perteneciente al ajuar funerario hallado en su tumba G7000x en la meseta de Gizeh IV dinastía Museo Egipcio de El Cairo |
![]() Brazaletes JE53266 de la reina Heteferes I, hallados en su tumba G7000x en la meseta de Gizeh IV dinastía Museo Egipcio de El Cairo |
Reisner, con un gran alarde de imaginación, expuso una interesante teoría, digna de una novela de aventuras, para explicar lo que posiblemente había sucedido. El resumen de esta historia es la siguiente: La madre de Keops murió y fue enterrada en Dashur cerca de la tumba de su esposo el rey Snefru. En los primeros años de reinado de su hijo y sucesor, Keops, la tumba fue saqueada y el cadáver de la reina destruido. El gran visir Hemiun, enterado de este hecho se lo ocultó al rey, informándole solamente que la tumba había sido saqueada y que los daños eran poco importantes y que lo mejor era enterrarla cerca de su propia tumba en Gizeh, en aquellos tiempos en plena actividad constructora. |
El Rey Keops no se imaginó nunca que el cadáver de su madre no estaba dentro del sarcófago y se procedió a realizar un nuevo enterramiento, en un pozo al lado de su pirámide, con todos los objetos recogidos de la antigua tumba. Muchas otras teorías alternativas al relato de Reisner han sido expuestas hasta el día de hoy por numerosos egiptólogos e historiadores, pero aún ninguna de estas teorías ha podido ser mantenida con total certeza y fiabilidad. Algunos autores opinan que la tumba G7000x formaba parte del proyecto inicial de la pirámide GIx, de la que sólo existe el inicio de excavación, y que en un cambio de planes fue abandonada construyendo la pirámide GIa, unos cuantos metros más al oeste, donde habría sido enterrado el cuerpo de Heteferes con un nuevo ajuar funerario. Para apoyar esta teoría, se ha comprobado que tanto el dosel de la reina como la totalidad del ajuar funerario encontrado en el interior del pozo, encajan perfectamente en la cámara sepulcral de la pirámide GIa. Sea como fuere, esta versión tampoco explicaría satisfactoriamente el hecho de que se hallaran en el interior del pozo los vasos canopes intactos y que no hubiesen sido trasladados junto con el cuerpo de la reina a su nuevo enterramiento. |