El Alto Egipto


Elefantina

Elefantina es una isla septentrional en las proximididades del último escollo de la primera catarata del Nilo, enfrente de la modernaAsuán. Debe su nombre al marfil que importaba del Sudán y con el que comerciaba desde época remota. Estaba consagrada aKhnum, dios con cabeza de morueco, y a sus paredrosSatis yAnukis. El templo del dios, en muy mal estado, se levanta todavía en el sur de la isla. Existían otros monumentos, entre ellos el períbtero deAmenofis III, pero fueron destruidos en el transcurso del siglo XIX.

Elefantina fue la capital del primer nomo delAlto Egipto, que probablemente fue anexionado a Egipto a comienzos del Período dinástico. El sitio tiene una importancia estratégica por ser la barrera natural inmediatamente al sur de la primera catarata y por la abundancia de yacimientos minerales cercanos; pero es una zona casi estéril y la ciudad siempre se vio obligada a importar alimentos de las regiones más al norte. Su existencia se debía a la guarnición y al comercio. El significado corriente de la antigua palabra egipcia swenet, de la que se derivó el nombre de Asuan, es el de comercio.


Situación de Elefantina, al sur del Alto Egipto
Vista aerea de la isla de Elefantina
El núcleo urbano principal y el área de los templos se hallaba en el extremo meridional de la isla de Elefantina, que estuvo habitada casi permanentemente desde el I Período dinástico. Hasta el momento presente poco puede decirse de la ciudad, que últimamente está siendo sometida a un programa de excavaciones a gran escala. Estos trabajos han encontrado un importante depósito de figurillas votivas de comienzos del Período dinástico, parecidas a las encontradas en Kom el-Ahmar (Hieracómpolis), demostrando de manera indirecta que en esa época ya existía un templo.

De finales delImperio Antiguo sólo nos ha llegado un panel con relieves en madera, que cubría la entrada a una capilla conmemorativa de un personaje notable de laVI dinastía; las tumbas de tales notables se encuentran al otro lado del río.

Una vista el templo en la isla de Elefantina
Un monumento de carácter sin par es la capilla funeraria de Heqaib, un funcionario de laVI dinastía que recibió honores divinos después de su muerte y que siguió siendo objeto de un culto local hasta elImperio Medio.

De épocas posteriores hasta llegar al Período Romano proceden unos fragmentos de relieves pertenecientes a los templos deKhnum, Satis yAnukis, la triada de divinidades locales; pero no son estructuras completas y son pocos los elementos hallados in situ. No obstante, un templo con columnas deAmenofis III estaba virtualmente terminado y completo hacia el año 1820, como un templo dedicado a Alejandro IV se han excavado enterramientos de carneros consagrados aKhnum, que se fechan en el Período grecorromano. Las momias se envolvían en trozos de primoroso papel dorado, algunos de los cuales se encuentran ahora en el vecino museo, y eran después colocadas en sarcófagos de piedra que se dejaban donde habían sido excavados.

El monumento mejor conocido de la isla, y todavía visible, es el Nilómetro: una escalera con marcas que señalan los codos para medir la altura del río en la orilla este. Los niveles de inundación recordados en el monumento pertenecen al Período Romano.

En la orilla occidental, al norte de la ciudad, en Qubbet el-Hawa, o casa de los vientos en árabe, hay excavadas en la roca tumbas pertenecientes a jefes expedicionarios en elImperio Antiguo, monarcas delImperio Medio y algunos funcionarios delImperio Nuevo. Las tumbas de laVI dinastía, algunas de las cuales forman complejos grupos familiares, contienen importantes textos biográficos; pero la decoración normalmente es escasa y provinciana.

El nilómetro de Elefantina
Mucho más impresionante, tanto por su arquitectura como por su decoración, es la tumba del noble Sarenput, perteneciente a laXII dinastía, aunque en la actualidad sólo conserva relieves en algunas zonas.

Las rocas de granito de la catarata, al sur de Elefantina, presentan marcas de cantería en varios puntos, y el área de canteras se extiende así mismo unos seis kilómetros al este del centro de la ciudad. Los restos más sorprendentes son un obelisco abandonado y un coloso casi completo en forma de momia. El obelisco revela algunos defectos, pero lo que no está claro es por qué nunca se trasladó el coloso. Tanto en el río como en el suelo seco hay numerosos grafitos antiguos que rememoran expediciones de cantería o realizadas con un objetivo más general. El grupo mayor de tales grafitos se encuentra en la isla de Sehel, a tres kilómetros al sur de Elefantina.

Una fortaleza guardaba la antigua frontera entre Egipto y Nubia; este lugar, de paso natural, sirvió también de base de partida bajo algunos faraones (Pepi I y Sesostris III ) a expediciones hacia Nubia. Una colonia judía, instalada en Elefantina tras la toma de Jerusalén, dejó unos papiros en arameo que datan del siglo V, los cuales son de la mayor importancia para la historia de las ideas religiosas.

Asuán contiene pocos restos visibles, probablemente porque allí se construyó permanentemente en el mismo sitio. Los dos diminutos templos del Período grecorromano probablemente representaban sólo una pequeña parte del área sagrada original.