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Planta de la KV16, la tumba de Ramsés I XIX dinastía Valle de los Reyes, Tebas |
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La planta de la KV16 revela que la construcción del sepulcro fue rápida y precipitada,
sin atender a excesivos cuidados y ornamentos arquitectónicos. Aun así, fue excavada con gran maestría
no exenta de simplicidad y economía de espacio y tiempo. Las primeras estancias se corresponden al
diseño típico de entonces de una tumba real, análogo al del lugar de descanso eterno destinado
aHoremheb, el antecesor deRamsés I:
una escalera de entrada (A), una rampa con una gran pendiente descendente (B) y una última escalera (C).
Las dimensiones de estos pasillos son sensiblemente menores que otros sepulcros reales, sin duda debido a
lo avanzado de la edad del faraón. Esta precaución acabó teniendo motivos, pues al poco de terminar la
segunda escalera falleció el rey.
Entonces, los constructores de Deir el-Medina, en un alarde de profesionalidad, aceleraron considerablemente
las obras, improvisando una pequeña cámara sepulcral (J) bien excavada y pulida e incluso dotada de decoración
para la gloria del difunto monarca. De haber vivido algún tiempo más, sin dudas se habría seguido con las
estancias tradicionales –un pasillo, el pozo funerario, la sala de pilares, dos corredores más, una antecámara y
la propia cripta–, pero solo se tenían unos pocos meses para acabar un trabajo en el que se solían invertir
varios años. Aun así, es probable que llegasen a cumplir con su cometido antes de la coronación
deSethi I, mientras era embalsamadoRamsés I, pues
pudieron excavar las dos pequeñas cámaras laterales (a y c) y el nicho frontal (b) para incluir más ajuar
funerario.
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