36.12 |
Enseñanzas del supervisor de la ciudad y visir Ptahhotep bajo la majestad
del rey del Alto y Bajo Egipto Izezi ¡que viva eternamente
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36.13 |
y para siempre! El supervisor de la ciudad y visir Ptahhotep, él dice: Soberano, mi señor, |
36.14 |
Habiendo llegado la vejez, la senilidad descendió, la debilidad vino y la incapacidad |
36.15 |
se renueva, quien se duerme está disconforme cada día, los ojos están débiles, los oídos |
36.16 |
ensordecidos, las fuerzas físicas se pierden a causa del cansancio de mi corazón, la boca callada |
36.17 |
ella no habla, la memoria perdida, ella no recuerda el ayer, |
36.18 |
el esqueleto se dañó a causa de su longevidad, lo que era bueno se ha convertido en malo |
36.19 |
y todo el gusto se fue. Lo que hace la senilidad a los hombres es malo en las cosas |
36.20 |
todas: las narices bloqueadas, ellas no respiran. Es penoso levantarse |
36.21 |
y sentarse. Que se ordene para este humilde servidor hacer un sostén de vejez y entonces diría |
36.22 |
a él las palabras de los jueces y los consejos de los antepasados quienes con anterioridad obedecieron |
37.01 |
a los dioses. Entonces se actuaría contigo del mismo modo, se eliminaría la necesidad en el pueblo |
37.02 |
y te servirían los dos bancos de arena’. Entonces dijo la majestad de este dios: Instruye, pues, |
37.03 |
a él de acuerdo a las palabras de los tiempos antiguos. Entonces servirá como modelo para los hijos de los grandes. |
37.04 |
Que penetre el entendimiento en él y toda la sinceridad de aquel que le habla, pues no existe quien ha sido parido |
37.05 |
sabio. |
37.06 |
El comienzo de los preceptos de las bellas palabras que dijo el heredero, príncipe, padre del dios, amado del dios, |
37.07 |
el hijo del rey primogénito de su cuerpo, el supervisor de la ciudad y visir Ptahhotep en la instrucción de los ignorantes |
37.08 |
en el conocimiento y en el método correcto de las bellas palabras como una cosa beneficiosa para quien escuche y |
37.09 |
como algo perjudicial para quien lo desobedezca. Entonces dijo a su hijo: |
37.10 |
No te vanaglories de tu conocimiento, ni te enorgullezcas porque eres un sabio. |
37.11 |
Toma consejo del ignorante del mismo modo que del sabio, pues no se han alcanzado los límites |
37.12 |
del arte, ni existe un artesano que haya adquirido su perfección. Está escondida la palabra |
37.13 |
bella más que la piedra verde. Puede ser encontrada en la mano de las sirvientas sobre las piedras de moler. |
37.14 |
Si encuentras a un camorrista en su momento que controla la voluntad, en alguien más importante que tú, |
37.15 |
dobla tus manos, inclina tu espalda y no desates tu corazón |
37.16 |
contra él, pues no se igualará contigo. Empequeñeces a quien habla mal |
37.17 |
en no oponerte a él en su momento. Será señalado como un ignorante cualquiera |
37.18 |
porque igualó tu autocontrol su superioridad. Si encuentras |
37.19 |
a un camorrista en su momento, igual a ti, que está a tu nivel, |
37.20 |
haces que se manifieste tu virtud contra él mediante el silencio cuando hable mal. |
38.01 |
Será grande la discusión por quienes escucharon, pero tu buen nombre estará en el conocimiento de los grandes. |
38.02 |
Si encuentras a un camorrista en su momento en un pobre hombre |
38.03 |
que, ciertamente, no es igual a ti, no le oprimas de acuerdo a que |
38.04 |
es débil. Déjalo solo y se castigará él mismo. No te dirijas |
38.05 |
a él para desahogarte, ni satisfagas a aquel que está ante ti. Es un miserable |
38.06 |
quien lastima a un pobre de corazón. Se hará lo que está en tu pensamiento |
38.07 |
cuando lo derrotes por la desaprobación de los grandes . . . . . Si eres |
38.08 |
un hombre de los que se sientan en un lugar de la mesa de alguien más importante que tú, acepta lo que ha hecho que fuera colocado |
38.09 |
ante tus narices. Debes mirar hacia lo que está en tu presencia. No claves la vista |
38.10 |
en ello con miradas abundantes. Lo que abomina el ka es arrojarse en |
38.11 |
ello. No le hables hasta que te llame. No se conoce lo que es malo |
38.12 |
en el corazón. Debes hablar cuando se dirija a ti. Lo que digas será |
38.13 |
bueno en su corazón · · · Si eres un hombre de confianza que envía |
38.14 |
un grande a otro grande, sé preciso completamente cuando te envíe. |
38.15 |
Hazle el mensaje como ha dicho. Guárdate de las calumnias en las palabras |
38.16 |
que puedan crear la hostilidad de un grande para otro grande. Observa la verdad y no la traspases, |
38.17 |
que no se revele el desahogo del corazón. No calumnies a ninguna gente |
38.18 |
grande o pequeño. Es lo que abomina el ka. . . . . |
39.01 |
Si eres un líder, cálmate cuando escuches las palabras de un peticionario |
39.02 |
No lo despaches hasta que se haya descargado de lo que pensó decirte |
39.03 |
Desea quien está bajo el mal desahogarse más que se realice aquello que vino por ello. |
39.04 |
En cuanto a quien rechaza las peticiones, se dice: ¿Por qué motivo, ciertamente, |
39.05 |
las rechaza? No está todo aquello que reclamó por ello entre lo que llegará a ocurrir, sino que quien se alivia |
39.06 |
es quien es escuchado bien. Si deseas preservar la amistad |
39.07 |
dentro de la casa que entras a ella como un señor o como un hermano o como un amigo |
39.08 |
en cualquier lugar que entras en él, guárdate de acercarte |
39.09 |
a las mujeres, pues no es bueno para el lugar que se hace ello en él. La vista no es aguda señalando |
39.10 |
a ellas y se desvían un millar de hombres de lo que es beneficioso para ellos. Un pequeño momento [de frivolidad] |
39.11 |
es como un sueño y se alcanza la muerte conociéndolo . . . . . |
39.12 |
Si deseas que sea bueno tu proceder, apártate de un mal |
39.13 |
cualquiera. Guárdate de la ocasión de rapiña. Es la enfermedad severa |
39.14 |
de un incurable y no existe quien pueda penetrar en ella. Habiendo causado el mal en los padres, |
39.15 |
las madres y los hermanos de la madre, separa a la mujer y al marido. |
39.16 |
Es un acúmulo de todas las cosas malas; es un saco de lo que es aborrecido |
40.01 |
todo. Un hombre perdura cuando usa acertadamente la justicia. Quien camina por los pasos |
40.02 |
suyos, él hace fortuna de ello, pues no existe la tumba del avaricioso. |
40.03 |
. . . . . Si eres alguien excelente, debes fundar tu casa y amar |
40.04 |
a tu mujer dentro de la norma. Llena su cuerpo y viste su espalda. El remedio |
40.05 |
de su cuerpo es el aceite. Conténtala durante el tiempo del que existas. Son los campos |
40.06 |
útiles para su señor . . . . . Si eres un hombre excelente |
40.07 |
que se sienta en el consejo de su señor, debes concentrarte en la virtud |
40.08 |
Debes callar. Es más útil que la charla. Debes hablar después de haber conocido |
40.09 |
que puedes aportar soluciones. Es el experto quien debe hablar en el consejo. Es difícil hablar |
40.10 |
más que cualquiera de los trabajos. Es quien lo investiga quien lo coloca bajo su autoridad. . . . . |
40.11 |
Si eres alguien grande después de tu bajo estado social y lograste bienes |
40.12 |
después de la indigencia anterior en la ciudad que conoces, no lamentes lo que llegaste a ser |
40.13 |
con anterioridad ni te confíes de tu riqueza que conseguiste |
40.14 |
por un don de dios, no estés detrás de otro semejante a ti que le haya ocurrido del mismo modo |
40.15 |
que ello. Inclina tu espalda a tu superior y a tu supervisor de la casa real, |
40.16 |
tu casa permanecerá con sus bienes y tu recompensa estará en su lugar. Es un miserable |
40.17 |
el hombre que se enfrenta a un superior, pues se vive el tiempo de su clemencia cuando no |
40.18 |
dobla el hombro de saludarlo . . . . . Si escuchas |
40.19 |
esto que te he dicho, todos tus asuntos irán hacia delante . . . . . Es beneficioso escuchar para |
40.20 |
el hijo que escucha. Penetra el entendimiento en quien escucha. Se transforma quien escucha en un juez. |
41.01 |
Es bueno escuchar para que sea bueno hablar. Quien escucha es el poseedor de lo que es útil. Es útil escuchar para |
41.02 |
quien escucha. Es bueno escuchar más que cualquier cosa. Llega a ser el amor perfecto. ¡Que hermoso es |
41.03 |
que un hijo reciba el comentario de su padre después de haber llegado a ser un anciano por él!. Quien ama |
41.04 |
dios es quien escucha. No escucha quien aborrece a dios. Es el corazón quien educa |
41.05 |
a su poseedor como alguien que escucha o como alguien que no escucha. La vida, prosperidad y salud de un hombre es su corazón. Es |
41.06 |
quien escucha quien entiende el comentario. Quien desea escuchar es quien hace lo que se dice. ¡Que hermoso es que escuche |
41.07 |
el hijo a su padre! ¡Que alegre está aquel para quien se ha dicho esto! Un hijo, |
41.08 |
él es agradable como poseedor de entendimiento. Quien escucha lo que se le dice, él es excelente en |
41.09 |
el cuerpo y un venerable ante su padre. Su recuerdo está en boca de los vivientes |
41.10 |
quienes están sobre la tierra y quienes estarán . . . . . En cuanto al ignorante |
41.11 |
que no quiere escuchar, no podrá hacer cosa alguna. Verá el conocimiento en la ignorancia |
41.12 |
y lo que es útil como perjudicial. Hace todo lo que es aborrecido de acuerdo a lo que enfada |
41.13 |
de él cada día. Vive de aquello que se muere por ello. El sustento |
41.14 |
suyo es deformar el lenguaje. Su carácter está por ello en el conocimiento de los oficiales |
41.15 |
diciendo: muere un viviente cada día. Se pasa de sus acciones por la abundancia |
41.16 |
de las malas acciones causadas por él cada día. El hijo que escucha es un seguidor de Horus. |
41.17 |
Será bueno para él después que escuchó. Envejecerá, alcanzará el estado de venerable |
41.18 |
y podrá recitar lo mismo a sus hijos como aquel que renueva la enseñanza del padre |
41.19 |
suyo. Cada hombre es instruido como debe actuar y lo relatará a los hijos. |
41.20 |
Entonces hablarán a sus hijos . . . . . Suprime el deseo |
41.21 |
tuyo y controla tu boca, entonces serás considerado entre los cortesanos. Testifica |
41.22 |
correctamente ante tu señor. Actúa de acuerdo a que se le diga: "Es el hijo de aquel" |
41.23 |
y para decir a quienes lo escucharán: "Que sea favorecido, ahora, aquel por quien ha sido engendrado él". |
42.01 |
Debes ser paciente el tiempo que hables y decir cosas distinguidas. |
42.02 |
Entonces dirán los oficiales quienes escucharán: "¡Que hermoso es lo que sale de |
42.03 |
su boca!". Actúa de acuerdo a lo que pueda decir tu señor contra ti. ¡Que bueno es aquel a quien enseñó el padre |
42.04 |
suyo después que salió desde él fuera de su cuerpo!. Le dijo cuando estaba |
42.05 |
en el vientre, todo. Es más grande lo que hizo que lo que se le dijo. Mira, |
42.06 |
un hijo bueno que da dios es quien excede lo que se le ha dicho por su señor. |
42.07 |
Que practique la justicia después que su corazón haya actuado de acuerdo a sus movimientos así que me sucedas |
42.08 |
quedando tu cuerpo próspero. Quedó el rey satisfecho con todo lo ocurrido: ¡Que obtengas |
42.09 |
años de vida!. No disminuirá lo que he hecho sobre la tierra. Después que pasé años |
42.10 |
110 de vida de la que me da el rey, los favores sobrepasaron a los de los antepasados |
42.11 |
por hacer la justicia para el rey hasta el estado de venerable. Significa que acabó |
42.12 |
desde su principio hasta su final es como fue encontrado en el libro. |